El monitoreo es el corazón de cualquier estudio. Y la nueva Audient Oria Mini llega para resolver uno de los mayores desafíos: lograr una escucha confiable sin depender de configuraciones complejas o software externo. Con DSP interno, calibración avanzada y opciones con o sin licencia de Sonarworks, Oria Mini redefine cómo entendemos el control de monitores en entornos profesionales y home studio.
La Oria Mini fue desarrollada para configuraciones estéreo y 2.1, integrando un DSP interno que permite ecualizar, ajustar el delay de los parlantes, gestionar los graves y definir perfiles de escucha sin depender exclusivamente del software de la interfaz o de plugins que consumen CPU. Eso, en la práctica, se traduce en latencia prácticamente nula, menor carga de trabajo en tu ordenador y un camino directo de tu interfaz a los monitores, con toda la calidad que espera un estudio serio.
La Oria Mini incorpora conversores de 32 bits con un rango dinámico de 127 dB, lo que significa que la señal permanece lo más transparente posible, sin ‘ruido de fondo’ audible, sin artefactos al bajar el nivel y con un margen de headroom que permite trabajar más libremente. En estudios donde cada detalle vale —y donde también muchas veces el presupuesto se ajusta—, esa claridad se agradece muchísimo.
Pero lo que realmente la distingue es su enfoque de “calibración de sala”. Una cosa es tener buenos monitores; otra muy distinta es hacer que esos monitores funcionen bien en tu sala. La Oria Mini te permite guardar hasta cuatro perfiles de calibración: por ejemplo, uno para mezcla, otro para mastering, otro para referencias en auriculares o 2.1, etc. Aún mejor: está disponible en versiones con y sin licencia de Sonarworks (SoundID Reference). Así, si querés incorporar la corrección automática de sala, podés hacerlo; y si preferís calibrar manualmente o ya contás con un sistema de corrección, podés elegir la versión sin licencia y ahorrar.
Si tus monitores están en un entorno con tratamiento acústico limitado, la respuesta en graves más incierta o tenés elementos que interfieren (muebles, ventanas, esquinas irregulares), la licencia Sonarworks aporta una capa adicional de ajuste. En cambio, si tenés un control room bien tratado, podés usar la Oria Mini sin esa licencia y concentrarte en la escucha pura, manual y artesanal que muchos técnicos prefieren.
Para los estudios híbridos o los que requieren flexibilidad, la Oria Mini es una herramienta estratégica: mezclás en tu sala principal, alternás a una escucha de referencia 2.1, luego pasás a auriculares o sistema móvil, y guardás esos presets. Además, cuando llega el momento de que el artista escuche, podés brindarle una opción de escucha “atractiva” (por ejemplo, con algo menos neutro) sin tocar tus ajustes de mezcla.
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